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lunes, 15 de agosto de 2011

NO CEDAS CUANDO TODO PARECE ESTAR CONTRA TI


Por hilario.martinez@auraconsulting.es
El retorno de vacaciones suele ser un momento donde muchas personas se vuelven a encontrar con el día al día laboral, y vuelven a surgir miedos y dudas que quedaron aparcadas durante unas semanas.
En estos momentos es habitual oír compañeros que se plantean abandonar sus esfuerzos y dejarse llevar por la “corriente”. Abandonar sus sueños para conformarse con lo que le dé la sociedad.
Déjame compartir contigo una de las mejores historias de perseverancia y persistencia.
¿Has oído hablar de Abraham Lincoln? Seguro que sabes que fue uno de los padres de la patria norte americana y un presidente de gran importancia en su historia.
Si quieres aprender de alguien que no se dio por vencido, no busques más.
Nacido en la pobreza, Lincoln enfrentó la derrota a lo largo de toda su vida. Perdió ocho elecciones, dos veces fracasó en los negocios y sufrió un colapso nervioso.
Podría haberse dado por vencido muchas veces, pero no lo hizo, se convirtió en uno de los más grandes presidentes en la historia de los Estados Unidos.
Fue un campeón, y nunca cejó en su empeño. El siguiente es un bosquejo del camino de Lincoln hasta la Casa Blanca:

1816 : Desalojan a su familia de su casa. Tiene que trabajar para mantenerla.
1818 : Muere su madre.
1831 : Quiebra.
1832 : Se presenta para la legislatura estatal y pierde. También pierde su trabajo. Quiere entrar a la facultad de derecho, pero no puede.
1833 : Pide dinero prestado a un amigo para iniciar un negocio y al final  del año quiebra. Pasa casi diecisiete años pagando su deuda.
1834 : Vuelve a presentarse para la legislatura estatal. Gana.
1835 : Se compromete para casarse, su prometida muere y queda destrozado.
1836 : Tiene un colapso nervioso total y está en cama durante seis meses.
1838 : Trata de ser portavoz de la legislatura estatal. Es derrotado.
1840 : Trata de ser elector. Es derrotado.
1843 : Se presenta nuevamente para el Congreso, esta vez gana, va a Washington y se desempeña bien.
1848 : Se presenta para la reelección en el Congreso. Pierde.
1849 : Trata de ocupar el cargo de jefe de catastro en su estado natal. Es derrotado.
1854 : Se presenta para el Senado de los Estados Unidos. Pierde
1856 : Intenta obtener la nominación para vicepresidente en la convención nacional de su partido. Obtiene menos de cien votos.
1858 : Se presenta nuevamente para el Senado norteamericano. Vuelve a perder.
1860 : Es elegido presidente de los Estados Unidos.

"El camino era difícil y resbaladizo. Se me resbalaba un pie y sacaba al otro del camino, pero me recuperaba y me decía a mí mismo: "Es un tropezón y no una caída."
                            Abraham Lincoln 

La próxima vez que enfrentes tu obstáculo y surja la desgana, no digas “esto es imposible”, repitete mejor “Esto va a tomar más tiempo de lo previsto”.
Tu herramienta más importante en la vida es la perseverancia, porque ella es la que te permite llegar donde los otros no llegan, seguir en pie cuando los demás desfallecen, o simplemente encontrar las fuerzas para conseguir tus sueños.

lunes, 4 de julio de 2011

¿POR QUÉ?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
El viernes me comentaba una amiga lo complicado que resulta educar los niños. Tiene tres pequeñitos, en edad de descubrir el mundo y se ve sometida al “¿por qué?” de tres mentes abiertas en pleno crecimiento.
¿Mama, por qué los pájaros vuelan? ¿Mama, por qué tengo que acostarme antes que vosotros? ¿Mama, por qué María no tiene lo que yo tengo? ¿Mama, por qué la leche es blanca? ¿Mama, por qué no puedo quedarme en la cama?..
Para ella que los acompaña prácticamente todo el día (excepto los momentos de cole) resulta un esfuerzo terrible poder dar respuesta satisfactoria a todas estas demandas, acaba la jornada exhausta y a veces desesperada.
Sin embargo, entiende que esto es el resultado de un crecimiento adecuado de sus niños. Incluso está contenta porque es una muestra de inteligencia. Sus niños están deseosos de descubrir el mundo.
Son curiosos y desean aprender. ¿No es eso fundamental, para poder desenvolverse en el mundo?

¿Entonces que nos ha ocurrido a los mayores, que ya no nos interesan los “¿por qué?”?
¿Qué pregunta es la que más se hacen los mayores?

Con los años, los “¿Cómo?” van sustituyendo los “¿por qué?”.
¿Cómo conseguir esa promoción en mi empresa? En lugar de preguntarse ¿Por qué sigo en esta empresa que no me aporta satisfacción?
¿Cómo ganar más dinero? En lugar de preguntarse ¿Por qué necesito ganar más dinero y no me basta con lo que tengo?
¿Cómo conseguir poner más picante en mi vida de pareja? En lugar de preguntarse ¿Por qué sigo con mi pareja actual?
¿Cómo puedo ponerme en forma? En lugar de preguntarse ¿Por qué tengo la salud que tengo?
¿Cómo salir de la crisis? En lugar de preguntarse ¿Por qué estoy en crisis?
¿Cómo ser más feliz? En lugar de preguntarse ¿Por qué existo?

Seguro que cuando algún pequeño te haga su pregunta, ahora serás mucho más consciente de lo que puede esto significar para ti y para él.

Algunas preguntas, dan alas a nuestra imaginación.

martes, 17 de mayo de 2011

¿SUFRES DE PROCRASTINACIÓN?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
No te preocupes, no estoy insultándote. Es posible que, sin saberlo, tú también seas “procrastinador”…
Hace ya varios meses me plantee la necesidad determinada información para un proyecto.
Me pareció que tenía mucho tiempo por delante y decidí centrarme en otras actividades. Por lo tanto, dejé este proyecto sobre el “montón de cosas pendientes” de mi oficina. Eso sí, bien visible para que no se me olvide.
Pero en lugar de sentirme liberado (por el aplazamiento) y enfocarme en lo más inmediato, cada día, cada ratito, mi mirada se iba a la carpeta en cuestión (bien visible) y un terrible desasosiego me invadía.
Dos semanas transcurrieron y yo seguía sin haber iniciado la tarea. Eso sí, todavía tenía varias semanas por delante y no había prisa…
Tenía todas las razones del mundo para no comenzar la tarea, otras prioridades, los clientes, etc..
El caso es que llegó un momento (por vicisitudes de la vida) en el que necesitaba haber hecho esa tarea al día siguiente.
Esto me implicó pasar una noche en vela trabajando en la tarea aplazada, con el inconveniente de que no podía contar con ningún apoyo (todo el mundo estaba durmiendo) para aclarar dudas, o completar el documento. Al final, resultó un  trabajo de menor calidad y desde luego una noche “desagradable”. Resultado: mucha insatisfacción.
¿Te recuerda esto algo?
¿Por qué aplazamos las cosas?
Procrastinar es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.
El primer motivo para procrastinar es “la falta de tiempo”.
¿Quién tiene la culpa de que te falte tiempo? 
La repuesta mayoritaria es: Los demás.
Todos identificamos ladrones de tiempo en las reuniones, en los clientes, en el teléfono, en nuestros jefes..
Tantos elementos que interrumpen nuestro discurrir diario y sobre los que no tenemos control.
¿Qué peso tiene, en esa falta de tiempo, tu hábito de aplazar tus obligaciones?
La costumbre de aplazar a más tarde asuntos que deberían ser hechos inmediatamente es quizás el factor que más pesa en la falta de tiempo. Una vez más, nosotros mismos, somos nuestro propio “enemigo” y para gestionar nuestro tiempo, debemos asumir nuestra responsabilidad.
Cada uno nos inventamos nuestros motivos para seguir procrastinando.
- Damos más importancia a las ventajas a corto plazo de evitar hacer una tarea que a los beneficios a largo plazo de realizarla.
- Preferimos dejar una tarea importante pero compleja para dedicarnos a una actividad rutinaria que nos da “paz mental”,  todo por miedo a enfrentarnos con lo desconocido o la dificultad.
- Dejamos que los demás (o el universo) tomen decisiones por nosotros por no asumir la responsabilidad de decidir y tener que descartar las demás opciones.

¿Qué te parecería vencer esa costumbre de “postergar a mañana” y comenzar a tomar el control de tu vida?
Puedes comenzar por darte cuenta de cuantas veces caes en esa situación.
También podrías limitar los compromisos a los aspectos más importantes de tu vida y esos hacerlos  SI o SI.
Y sobre todo, date cuenta del precio que pagas cada vez que dejas un dossier “pendiente” en la mesa y de la carga energética que consigues cada vez que lo retiras porque se ha hecho antes de tiempo.  Date cuenta como te sientes cada vez que tomas una decisión y la asumes en lugar de dilatarla eternamente.
Hazte un favor, concédete un gusto y hazlo ya.

¿Quizas estés simplemente procrastinado si te quedas viendo este vídeo? Solo tú decides lo que es importante para ti.


lunes, 11 de abril de 2011

¿ASUMES TU RESPONSABILIDAD?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
Estoy leyendo unos libros sobre el concepto de la salud en china siguiendo los preceptos filosóficos (o científicos) del TAO. Es sorprendente cuan opuesto puede ser el enfoque de occidente respecto a oriente. En particular una cita me resultó muy ilustradora: “Los mosquitos ponen sus huevos en las aguas corrompidas, pero no son la causa de que las aguas se corrompan”.
En occidente los enfoques científicos basados en la teoría de los gérmenes de Luis Pasteur nos han llevado a quedarnos con la idea de que estos son los causantes de nuestra enfermedad y nuestro planteamiento curativo pasa por eliminarlos con todo tipo de sustancias “medicinales”.
¿Quién se plantea que los gérmenes no aparecerían si el sustrato fuese sano y
¿Qué pasaría si tomase la responsabilidad de mantenerse sano (hábitos, alimentación, respiración, ejercicio, etc)?
Parece ser mucho más cómodo asumir que la culpa de la enfermedad la tiene el entorno y que la clave de nuestra recuperación la tiene el médico y el vademécum.
Generalmente cuidar de nuestra salud con nuestros propios recursos exige esfuerzos personales que pueden quedar fuera de lo que estamos dispuestos a dar.
¿Cuántas veces querrías alcanzar tu objetivo pero algo te lo impide?

Las cosas van mal en mi salud
La culpa la tiene el clima, mucho calor, mucho frio, mucha humedad..
La culpa la tiene el sistema sanitario y sus médicos que no nos recetan los medicamentos que solicitamos.

Las cosas van mal en mi trabajo
La culpa es de mi jefe que es un incompetente.
La culpa es del compañero trepa que me impide desarrollarme.
La culpa es de los accionistas que solo desean ganar dinero.

Las cosas van mal en mi pareja.
La culpa es de mi pareja que no me comprende.
La culpa es de mi suegra que impide una correcta comunicación.
La culpa es de mi educación.

Las cosas van mal en mi cabeza
La culpa es del tiempo, nuboso, gris, etc..
La culpa es del mundo que me rodea y no me acepta.
La culpa es del destino o de la mala suerte.

¿Cuál es tu responsabilidad en todas estas situaciones?
Mientras no asumas tu responsabilidad, dejarás tus posibilidades de solución en manos de los demás o del universo.
No te pondrás a funcionar porque en lugar de buscar tus opciones estarás esperando que te las den otros.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿SABES PORQUE NO ERES RICO?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
En la vida, nos convertimos exactamente en lo que creemos que somos capaces de convertirnos.
¿Qué crees de ti mismo? ¿Piensas que eres capaz de conseguir todo lo que te propongas?
¿Crees que la abundancia es para ti?

Los neuropsicólogos nos informan que tenemos más de 50.000 pensamientos al día. Por desgracia también se confirma que más del 80% son pensamientos negativos.
¿Quién es tu peor enemigo?....   No busques muy lejos. Tu mismo eres tu peor enemigo.

La confianza, en uno mismo, es el resultado de un largo aprendizaje, de práctica y de pequeñas victorias sucesivas.
¿Pero qué nivel de confianza es el necesario para que algunas personas tomen riesgos que los demás no se atreven, y decidan dejar estados de seguridad para lanzarse a la aventura de montar una empresa y apostar por hacerse rico?
La repuesta está en su discurso interior, en los pensamientos que tienen y en lo que sienten en todo momento.  Ellos han comprendido que el poder está en ellos, que pueden superar los escollos que aparezcan, y sobre todo que deben enfocarse en lo que desean y no en pensamientos negativos opuestos a ellos.
¿Crees que el dinero no hace la felicidad?

Si has respondido SI y crees realmente que el dinero no hace la felicidad, deja de hacerte preguntas sobre los motivos que te hacen estar siempre en las últimas económicamente!
Que lo quieras o no, tus creencias fundamentales trabajan para y contra ti desde las profundidades de tu subconsciente. Para la mayoría, esas creencias provienen de la más tierna infancia y ya no son de actualidad en nuestra vida de adultos, pero ahí siguen, como esporas aletargadas que solo esperan ser regadas (unas gotitas son suficientes) para volver a reactivarse.
¿Por qué no decidir hacer algo de limpieza?
Si quieres ser rico, cambia tu discurso interior.
Fíjate en las numerosas creencias que existen acerca del dinero. Observa que sientes al leerlas y cuantas veces te has repetido alguna de estas frases en tu cabeza:

  • El dinero no crece en los árboles… (dificultad para ganarlo)
  • Dinero llama a dinero…. (si no tengo, no puedo ganar) 
  • Los ricos ganan abusando de los demás
  • Los ricos son mala gente…
  • El dinero se me va de las manos…
  • Si tuviese otra educación (otra familia, fuese hombre, etc.) ganaría más
  • Me siento culpable si gano dinero trabajando poco.
  • Es de materialistas pensar en cómo ganar más.
  • No soy suficientemente bueno para ganar más.
  • Es normal que sea pobre, pues mis padres lo eran.
  • El dinero da inseguridad y múltiples problemas que yo no tengo.
  • Antes de alegrarme por los que ganan más, siento resentimiento y envidia hacia ellos.

¿Has pensado que quizás no ganes más de 1.000 € porque esto es lo que piensas que vales?
¿Cómo vas a conseguir ser rico si desprecias las personas que tienen éxito?
Si decides actuar y cambiar esto, puedes pensar en los aspectos positivos del dinero, y plantéate frases positivas en ese sentido.

Recuerda que:
- Las personas que piensan, hablan y actúan en el sentido de lo que quieren, acaban consiguiendo  lo que quieren.
- Las personas que piensan, hablan y actúan en el sentido de lo que NO quieren, acaban consiguiendo lo que NO quieren.
http://www.youtube.com/watch?v=8xgIBrsDR1g

viernes, 1 de octubre de 2010

¿CUANTO CREES EN TI?

¿Tienes ideas, proyectos o sueños que desearías conseguir?
Seguro que alcanzarlos te haría muy feliz y te anima el simple hecho de pensar en ellos.
¿Cuánto crees realmente que puedes conseguirlos?
¿Crees realmente en tus posibilidades o dudas de ellas, y solo se trata de sueños improbables?
La respuesta a esta pregunta es crucial, porque en la vida, lo creas o no, se atrae siempre lo que se espera.
Esto quiere decir que si dudas tan siquiera un poco de tus capacidades para alcanzar un objetivo, el universo se confabulará para que tus dudas, tus miedos se concreticen y fastidien tus planes…. Tal como te lo temías.

Henry Ford decía de los objetivos que se marcaban las personas:
“¡Tanto si crees que puedes conseguirlo como si crees que no puedes conseguirlo, tienes razón!”

Tu modo de pensar y de actuar, estará siempre en harmonía con tus creencias más profundas. Antes de pensar y de decir que deseas conseguir un objetivo, debes primero creer que puedes. Y si alguien te dice que no piensa poder conseguir llegar a la meta, es que simplemente no se lo cree.

Tu sistema de creencias afecta todos los aspectos de tu vida. Afecta tu actitud, tus andares, como das la mano, la ropa que llevas, tu autoestima y como te perciben los demás.
De hecho, como te perciben los otros, no es más que un reflejo de cómo te percibes a ti mismo.
¿Quieres cambiar como la imagen que tienen los demás de ti?
Muy fácil, comienza cambiando tu percepción de ti mismo.
Comienza cambiando tu discurso interior. Deja de insultarte y despreciarte, fijándote en todo lo negativo que haces. Habla de ti positivamente y observa lo bueno que haces. Al principio cuesta. Pero si persistes, acabarás viéndolo de otro modo, más constructivo y motivante.

Si tienes responsabilidad sobre otras personas, y deseas que las demás valoren tu capacidad de liderazgo, es fundamental que creas en tu proyecto y en tu capacidad de llevar a buen puerto tu equipo.
Compara sino un Felipe González Márquez y un José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Qué les diferencia?
Si deseas que los demás adopten tus ideas, tus productos o tus servicios, debes primero creértelos tu mismo. Antes de confiar convencer cualquiera, debes estar completamente convencido tú.
Como puedes comprobar tus creencias afectan directamente los éxitos y fracasos de tu vida. De hecho es el motivo por el que algunas personas tienen éxito donde otras han fracasado.
¿Cuántas personas no creían en la posibilidad de un presidente afroamericano en la Casa Blanca?
Menos mal que Barack Obama pensaba de otro modo. De hecho su eslogan apoya esto, “SI QUE PODEMOS”

Los médicos han podido comprobar la importancia de creer en la curación, el efecto placebo es bien conocido, y en casos de cáncer u otras enfermedades mortales se ha producido curasiones "milagrosas". Todo el mundo daba por muerto al paciente, menos él.
Creer no es probablemente suficiente, pero facilita la curación. Lance Armstrong es un excelente ejemplo. No solo venció su cáncer sino que además ganó siete veces el “Tour de France”, la prueba deportiva más difícil  del mundo.
¿Cómo pudo conseguirlo? Desde luego porque creía firmemente que podía hacerlo.
¿Y tú, crees firmemente que puedes conseguir tus objetivos?
Ellos si creyeron en ellos …. Y en los demás.

lunes, 20 de septiembre de 2010

¿EN QUE PIENSAS ANTES DE DORMIRTE?

La felicidad no aparece por casualidad, ni requiere hacer magia negra, ni pactos con el demonio.
Es básicamente el resultado natural del compromiso que cada uno aplica a su vida, y de cómo decide desarrollarse en ella.
Tú decides cada día entre cientos de acciones. Estas se van sumando desde la mañana a la noche y dan por resultado: Tu día y su valoración.
Esto es algo que haces todos los día y no de modo esporádico. O sea, que lo que te ocurre ahora es el resultado de lo que has decidido hace unos minutos. Y lo que ocurrirá mañana será resultado de lo que estás haciendo en este mismo momento. ¿Parece de perogrullo? Pues muchas veces debemos de olvidarlo a tenor de las actitudes que adoptamos.
Quizás no puedas estar analizando permanentemente todo lo que haces…
Pero seguro puedes concederte unos minutos antes de dormirte y dar un breve repaso, para decidir con que quieres comprometerte al día siguiente y como ir un poco más allá.
A continuación puedes encontrar algunas preguntas que quizás te ayuden. Seguro que se te ocurren también otras que van más contigo:
1-    ¿Has comenzado el día agradeciendo todo lo que tienes hasta hoy?
2-    ¿Has repasado tus objetivos (a corto y largo plazo), y decidido en base a ellos lo que vas a hacer hoy?
3-    ¿Has demostrado que quieres a alguien hoy?
4-    ¿Has agradecido algún gesto, o palabra, a alguien hoy?
5-    ¿Has mejorado alguna de tus habilidades profesionales hoy?
6-    ¿Has leído un libro, escuchado una grabación, o visto un programa que te haya estimulado hoy?
7-    ¿Has comido alimentos nutritivos y que enriquezcan tu cuerpo hoy?
8-    ¿Has cuidado tu cuerpo haciendo algún ejercicio físico hoy?
9-    ¿Has dedicado tiempo a hablar y sobre todo a escuchar un amigo hoy?
10-    ¿Has hecho alguna actividad placentera hoy?
11-    ¿Has pensado en tener una jornada extraordinaria mañana?
12-    ¿Estás hoy más cerca que ayer de tus objetivos?
¿Cómo te sentirías si todas las noches, antes de dormirte, pudieses responder SI a todas estas preguntas (o a la mayoría)? ¿Sería importante para ti?

Lo que voy a compartir ahora me permitió responder positivamente, el domingo (y todavía hoy), a varios puntos en mi chequeo nocturno. Confío que lo disfrutes tanto como llegué yo a hacerlo.
Puedes mirar las imágenes o puedes cerrar los ojos y centrarte en como una maravillosa voz puede hacer vibrar todo tu cuerpo y mucho más.
¿Será el alma que es sensible a esta voz, a su emoción? ¿O será que acabo de descubrir una nueva visión del Padre Nuestro que me lleva a lugares donde no me había llevado antes?.

domingo, 22 de agosto de 2010

¿CREES QUE PUEDES CAMBIAR?

¿Eres muy abierto de mente o tal vez un poco cerrado?
¿Eres innovador o conservador?
¿Prefieres el riesgo o la seguridad?

Mi pareja es una mujer extraordinaria y es una satisfacción compartir la vida con ella. Tiene cualidades estupendas. Sabe tratar con las personas, hace todo lo posible  para que se encuentren a gusto, es sociable, generosa, amiga de sus amigos y excelente cocinera,…Pero tiene un pequeño defecto. ¡Cuando se bloquea, se bloquea! Y no pasa por ahí de ninguna manera.

Desde siempre, por vocación y profesión, la informática ha ocupado un lugar importante en casa. La he usado para comunicarme, trabajar, y a veces por ocio. He intentado reiteradamente interesar mi pareja en estos sistemas y solo encontraba bloqueos: “Esto no es una manera de comunicar con la gente”, “Que manera de perder el tiempo, es mucho mejor hacer las cosas en directo”, “Depender tanto de un sistema no me gusta”, “Como puedo perder tanto tiempo en lugar de leer un buen libro”..

Tantos esfuerzos inútiles para introducirla en el mundo de las tecnologías. Un día alguien le dijo que podía reservar viajes por Internet. Entonces, ella, que es gran aficionada a los viajes, descubrió un mundo de posibilidades y ese fue el pistoletazo de salida. Desde entonces, tiene su propio equipo, comparte la lectura de libros con momentos informáticos, disfruta contactando por Internet con los amigos o familiares, y pobre de mí el día que el sistema no funciona… es la más dura de mis clientes.

En sentido contrario, yo, he estado veinte años dedicado a los sistemas. Donde parecía que nada me interesara más que un buen equipo informático y restando importancia a aspectos emocionales o personales y que eso era cosa de mi pareja. Ahora soy yo el que me esmero por estudiar y experimentar en ese campo, disfruto compartiendo mis pensamientos e ideas con los amigos y cambio sin problemas un ratito informático por un buen rato de charla con los seres queridos.

Estas dos historias ilustran a qué punto podemos vernos prisioneros de nuestras creencias y hábitos.
¿Cuantas veces no hemos hecho algo porque estábamos convencidos de que no nos gustaría? ¿Cuántas veces hemos perdido la oportunidad de descubrir algo maravilloso, simplemente por ser muy conservadores y quedarnos con lo conocido respecto a lo desconocido?
La próxima vez que alguien te proponga algo a lo que responderías “No gracias”, en lugar de responder “No”, sal de tu zona de confort y atrévete. Quién sabe si te podría encantar o descubrir una nueva pasión.
¿Que tal si te propusieran ir a ver un espectáculo de arena?

lunes, 2 de agosto de 2010

¿QUE LLAMA TU ATENCIÓN?

Ayer leía una experiencia que había tenido un profesor en su clase. En ella relataba , cómo estaban debatiendo sobre la utilidad de Google y su simplicidad de manejo. Tan simple que, a la pregunta de “¿Cuantos botones aparecen en la pantalla de Google?”, el 50% de la clase dijo que solo UNO, el de buscar. Del otro 50% algunos recordaban otro botón pero no eran capaces de cuál era su objetivo. Solo 2 (de los 30 en el aula) recordaron el texto y solo uno de ellos sabía para que se usa..
¿Recuerdas tu que dice ese botón?...

“Voy a tener suerte”
Ese es el mensaje que se muestra en el botón (“I am feeling lucky” en ingles).
Sirve para ir directamente a la página de la primera entrada en el listado de la búsqueda de Google.
Con lo cual puede significar un ahorro de tiempo en ciertas operaciones.

Es interesante ver que la página más visitada de Internet todavía den pie a descubrimientos como este.
Es posible que estés usando esta página todos los días pero NO VISTES este botón.

Os habréis dado cuenta que no es algo tan raro como parece. En esta época de playa seguro que todos somos capaces de ver, a lo lejos, aquella chica (o chico, según los gustos) que viene paseándose por la playa y con un físico impresionante, de esos que pueden hacernos sentir en la parte baja de la escala evolutiva (si solo consideráramos el físico evidentemente). En cambio, en mi caso, soy incapaz de encontrar la botella de leche en la puerta de la nevera. Mi mujer me dice que tengo sentidos selectivos…

¿No los tenemos todos?...
Ocurre que cuando buscamos algo, descartamos “automáticamente” informaciones y elementos que consideramos no tienen relación con el objetivo, perdiendo la oportunidad de descubrir nuevas opciones.
En otra línea, acordaros cuando entráis en un lugar que huele “diferente”. Al principio os veis muy afectados, pero a las horas o días ya no os percatáis del olor en cuestión. Es como si os hubieseis vuelto “ciegos” a ese olor.
Y qué decir del ruido tan estruendoso de algunas motos que sus propietarios ya ni oyen.
¿Puede que sus sentidos se hayan deteriorado y no sean capaces de volver a captar esos estímulos?
Puede, pero es altamente improbable si esos estímulos están dentro de unos márgenes “razonables”.
Lo más probable es que los sentidos estén filtrando la información y descartando lo que consideran “dañino” o “innecesario” para protegernos o hacernos la vida más fácil.

Es como si tuviéramos un padre muy atento que se preocupa mucho de nosotros y esta pendiente de todo lo que nos llega, no dejándonos probar nada que el no considere útil o inocuo. La mayoría acabaríamos cansados de tal comportamiento y estariamos deseando zafarnos de su control para disfrutar de la libertad de probar y equivocarnos.

A continuación un pequeño ejercicio para comprobar cual es tu nivel de libertad.

Observa el siguiente video. En él aparecerán dos equipos de chicos y chicas pasándose una pelota de baloncesto mientras se mueven de un lado para otro con movimientos no uniformes. Como ves un equipo juega de blanco y el otro de negro, pues bien, se trata de que pongas atención y cuentes cuantas veces se pasan la pelota los miembros del equipo blanco. ¡Ojo!, sólo los pases del equipo blanco. Para que el experimento sea válido hay que contar todos los pases en la primera y única visualización del video, no te preocupes dura muy poco.
Una vez visto, podrás pasar a los resultados más abajo. Venga "Vas a tener suerte":



¿Qué tal? ¿Cuántos pases has contado?
No “trampees” pasando a la respuesta in haberlo probado.
Perderías la oportunidad de hacer de hoy un día distinto .
.
Lo cierto es que el equipo blanco se pasa la pelota 14 veces, sin embargo eso es irrelevante en esta prueba.

La cuestión es: ¿Has visto el gorila que se pasea entre los jugadores? …
Si no te crees que en el vídeo se puede ver con absoluta claridad un gorila que pasa entre los jugadores y se para en el centro a hacer monerías, vuelve a mirarlo sin contar los pases de la pelota.
Si eres de los que no has visto el gorila no te preocupes, es lo que sucede en la mayoría de los casos. La mayoría de las personas están concentradas contando los pases de los jugadores, y de forma inconsciente su cerebro descarta la información “innecesaria”. Esto nos sucede a diario, la cantidad de información que nos llega por la vista al cerebro es tan grande que inconscientemente hay una tendencia a filtrarla, en mayor o menor grado, y procesar solo aquella que consideramos necesaria, descartando el resto.
¿Vemos lo que vemos o… lo que queremos ver?

jueves, 29 de julio de 2010

¿QUIEN GUIA TU RAZÓN?

Supón que estas tranquilamente en tu salón y que tu hijo llega diciéndote que quiere que le suscribas al National Geographic y que tiene las siguientes opciones para ello: 
Opción 1: La versión ON-LINE (consultable inmediatamente en Internet y con muchos servicios adicionales): 21 € 
Opción 2: La versión REVISTA (se recibe mensuales en el buzón): 52 € 
Opción 3: La versión ON-LINE y la REVISTA: 52 € 
¿Cuál elegirías?

La mayoría de las personas elegirían la opción 3 (ON-LINE y REVISTA). Nadie elegiría la Opción 2 evidentemente.
Ahora reflexiona sobre lo que hubieses elegido si te plantean solo las opciones 1 y 3…
Sorprende ver que muchas personas deciden la opción 1 por ser la más económica.

Es curioso como quitando la opción 2 (la que nadie elegiría), la situación cambia totalmente para las personas.

¿Cuántas veces, has elegido entre dos opciones olvidándote de la tercera aunque pudiese ser más interesante para tus intereses?
¿En que momentos, una opción adicional “irrelevante” ha podido inclinar la balanza hacia un lado u otro?
¿Te ha ocurrido esto alguna vez?
Piensa en la política, en tu vida familiar, en el trabajo, o como no, en irte de vacaciones.

Que tengas un feliz agosto disfrutando de lo que nos da este mundo.

domingo, 18 de julio de 2010

¿VACACIONES.. PARA CUANDO?

El sol golpea sin piedad. Los niños reclaman atención. Los pueblos se preparan para sus fiestas estivales. Por favor márchate de vacaciones y carga tus baterías para el año que viene. No renuncies a tus vacaciones son necesarias para una vida satisfactoria.
Quizás puedas considerar las siguientes recomendaciones para un total disfrute:

1.    ¿Puedes decir adiós a los móviles y al correo electrónico?
Haz un esfuerzo. Apaga el móvil y deja el portátil en casa. No te preocupes, el mundo seguirá girando sin tí. No te sientas mal si compruebas que no eres tan indispensable como pensabas. Avisa que estas de vacaciones y delega en colaboradores las tareas y responsabilidades. Aunque te cueste.. Confía en ellos.

2.    ¿Qué tal si te concédes tiempo a ti mismo?

Haz lo que le gusta pero que llevas tiempo sin hacer. Lee aquel libro que compraste y que lleva tanto tiempo en tu mesita de noche. Date el gusto de un masaje o de un viaje exótico. Descubre nuevas actividades y retos. Haz escalada, aprende a jugar al golf o sorprende tu pareja con un curso de baile. Deja de pensar en los demás durante unos días. Al fin y al cabo, son TUS vacaciones.

3.    ¿Cuánto tiempo sin cuidar  la familia?

El trabajo nos toma tanta energía que a veces despreciamos las personas más importantes en nuestras vidas. Márchate con tu familia. Vete a la playa. Date unos largos paseos con ella. Disfruta de una merienda en el campo. Juega a vaqueros e indios o al GiJoe con tus niños. Ofrecele recuerdos a tus hijos que quedarán grabados en sus mentes para toda la vida. Riega la planta del amor con tu pareja disfrutando de instantes íntimos y de comunicación.

4.    ¿Recuerdas los amigos?

A menudo se dedica tanto tiempo al trabajo que el poco disponible esta reservado para la familia más cercana. Y qué ocurre con los amigos? Cada día más lejos… Cuando nos damos cuenta parecemos extraños. Qué pena…¿No es verdad? La amistad debe ser mantenida con contactos y relaciones, sin las cuales acaba marchitándose. Aprovecha el verano para refrescar ese regalo de la vida que es la amistad.

5.    ¿Te gusta viajar?
Aprovecha estas vacaciones para salirte totalmente de tu rutina habitual. Olvídate de mantener la casa, de cocinar como siempre, de hacer la cama una vez más, esto no son vacaciones de verdad. SAL, CAMBIA DE AIRE, existen opciones para todos los bolsillos: Camping, turismo rural, hotel, automóvil, avión, tren, etc. Qué bien te vendrá dormir en ese otro lugar y llenar tus ojos y tu memoria de imágenes distintas y momentos inolvidables.

Cuídate y hazte este regalo que irá en beneficio de tu salud física y psíquica, así como de tu productividad y eficacia profesional. Tu tienes la responsabilidad de cuidar de tí y de tu entorno. Tomar TUS vacaciones, como se debe, en un paso fundamental.

OS DESEO BUENAS VACACIONES

lunes, 5 de julio de 2010

¿QUE HACES PARA TU SALUD?

Como todos los veranos muchos son los españoles que se preocupan como luce su cuerpo en las playas o piscinas.
¿Os sorprende lo mucho que nos preocupamos por lo que piensan los demás de nuestros cuerpo?
¿Y qué piensa él de cómo lo tratamos?¿Cómo vive nuestro cuerpo este ligero “sobrepeso”?
Si no te encuentras cómodo con las respuestas que encuentras, eres parte de los que desean retomar el control de su cuerpo y ajustar su peso, para sentirse mejor y mejorar su salud.
¿Quizás puedan ayudarte recordar algunas ideas básicas?
Seguramente, al ir leyéndolas pienses que ya las conoces…
¿Y qué pasa si aprovechas la oportunidad para pensar en cómo las aplicas en este momento?

1.    ¿Por qué deseas realmente mejorar tu salud?
Escribe al menos 10 motivos por los cuales deseas realmente retomar el control de tu cuerpo. Que sean tus motivos no los de otras personas. Sobre estos “Porqués” vas a apoyarte y encontrar las fuerzas para construir la disciplina necesaria para continuar con tu proceso incluso cuando estés cansado. No saltes este paso.
¿Te das cuenta lo que ocurrirá si no te das motivos para esforzarte?

2.    ¿Tienes un objetivo concreto y realista?
¿Te conformarías con haber ido al gimnasio dos veces a la semana si lo que te desespera es no poder subir esas escaleras sin asfixiarte?
¿Que pasaría si no perdieses esos 10 kilos en exceso que hacen que te duelan las rodillas? Márcate ese objetivo y repítetelo mentalmente.

3.    ¿Comes realmente la cantidad necesaria para tu cuerpo?
Dicen que “los golosos cavan su tumba con los dientes”. Muchos problemas de salud vienen asociados a sobrepesos (también es posible todo lo contrario). En la mayoría de los casos se acumula sobrepeso por comer más que las necesidades del cuerpo. Estamos en  una sociedad altamente sedentaria, en cambio nuestra nevera (y nuestra reserva interna) esta más llena que nunca. Cambia tus hábitos. No vayas a buffets donde puedes comer todo lo que deseas, prefiere los restaurantes con porciones ajustadas. Come 5 veces poquito en lugar de 3 veces más abundantes, el cuerpo tiene tendencia a crear reservas si siente que no se le suministra nada en cinco o seis horas.

4.    ¿Comes lo adecuado?
Sabes seguramente que hay alimentos que no te son beneficiosos… pero están tan ricos...
Otra vez, cambia los hábitos, adiós a las bebidas gaseosas, a los aceites, los chocolates y los dulces con mantequilla. Descubre la energía de las frutas y legumbres  y nuevos platos y combinaciones. Una vez en control de tu cuerpo podrás permitirte disfrutar de algunos “caprichos” sabiendo que son excepciones y no hábitos.

5.    ¿Pones en marcha tu cuerpo?
El ejercicio es esencial para el ser humano. Quema los excesos alimentarios, refuerza la musculatura, desarrolla resistencia, incrementa las capacidades cardiovasculares y pulmonares, además desarrolla la moral, la disciplina y el buen humor.
¿Qué otra cosa podríamos hacer que aportase tanto a nuestro cuerpo?
Ir al gimnasio puede ser una opción para algunos, pero no es el único lugar donde hacer ejercicio. Lo importante es encontrar una actividad física que te guste y a la que dediques una hora tres veces por semana, superando cada día un pequeño reto que te marques. “
El cuerpo que tienes a los 20 años depende de tu genética, pero pasado los 35 años, tienes el cuerpo que te mereces”.

6.    ¿Practicas con un coach?
Para mantener tu motivación, sobre todo si llevas mucho tiempo sin “esforzarte”, es importante disponer de un profesional que te acompañe. Ya sé que un “profesional es caro”.
¿Qué valor le das a tu salud? Para muchos, haber pagado el gimnasio o el profesional es un motivo suficiente para no saltarse sesiones de trabajo.
¿Eres capaz de avanzar tu solo? Si no, busca alguien cuyo apoyo respetes para levantarte cuando te encuentras desfallecer.

7.    ¿Lo intentaste otras veces?¿Cuánto tiempo aguantaste anteriormente? 
Generalmente, la motivación de las personas (en estos aspectos) dura poco más que algunos días o semanas. Tratándose de cambios de hábitos, debes ser consciente de la dificultad y esfuerzo que entraña conseguir asimilar estos cambios. 21 días son los mínimos para integrar una nueva costumbre. Y estos días son siempre los más difíciles, y es por ello que la mayoría de las personas abandonan entonces. El cuerpo les duele por todo, la mente también les presiona ¿Por qué me estoy “torturando”?
Cualquier excusa es buena para tirar la toalla. Pero si pasas los 21 días, verás como las cosas van cambiando. Quizás no sean milagros, pero podrás ir comprobando como vas consiguiendo objetivos. Te pesará menos tu cuerpo y disfrutaras más de él. Comenzarás a ver como tu cuerpo y tu mente disfrutan de las endorfinas que se liberan en el ejercicio, de las vitaminas u otras sustancias que te aportan la nueva alimentación. En resumen, no desearas nunca jamás volver hacia atrás.

¿Crees que la Salud es el mayor tesoro?
¿Qué haces entonces para consérvala y no perderla?
Vuelve a tomar el control de tu cuerpo y de tu peso. Con ello aumentarás tus posibilidades de vivir mejor y feliz. Dejarás atrás la lista de problemas que afectan los que no han defendido suficientemente su salud.
No esperes más para ponerte en acción y cuidar la única morada en la que vivirás toda tu vida: Tu cuerpo.

Liberalo de toda sustancia tóxica siendo respetuoso con tu entorno ;-)

martes, 1 de junio de 2010

CREA TU MOMENTO ESPECIAL

hilario.martinez@auraconsulting.es

Como pasan los días… Dos semanas sin disfrutar con mis compañeros de blog.
Ha sido por una buena causa. Estos dos fines de semana han sido particularmente densos con un taller de Inteligencia Emocional de los que te dejan sin respiración ni tiempo para centrarte en otra cosa.
Hemos estado trabajando intensivamente las afirmaciones personales.  Esas frases positivas y potenciadoras que puedes construir para apoyar tus proyectos personales en lugar de hundirlos con frases negativas (como: “no valgo”, “soy torpe”, “no puedo”...).
Durante estos 4 días (sábado-domingo, sábado-domingo), 13 personas interesadas en  profundizar y dar más de sí mismos, han estado trabajando y han construido su afirmación personal para apoyar su proyecto de futuro.


Ayer lunes, tras la fase de construcción del fin de semana, comienza la fase de metabolización.
Esa donde afirmación y persona dejan de ser dos entidades distintas para formar una, parte de la otra.
Esa donde el texto deja de ser solo significado y se convierte en emociones capaz de generar acciones.
 

Seguramente, pocos personas de las generaciones pasadas, hayan pasado por la vida sin aprender “El Padre Nuestro” en nuestra sociedad. 
¿Pero cuántos lo han recitado de modo sentido?
¿Cuántos lo viven realmente?
 

En mi caso desde luego no pasó de un mero ejercicio memorístico. Hoy aún recuerdo el texto pero no me trae ninguna sensación o recuerdo especial al recitarlo.
Crear hábito, este es el elemento principal cuando queremos integrar algo en nuestro comportamiento. Repetir, repetir y repetir hasta que cada fibra de tu cuerpo, cada neurona de tu cerebro conozcan el camino enseñado. Pero no basta con ello..
Si quieres ir más allá, tienes que convertir el aprendizaje de tu afirmación, en un proceso de metabolización en el que tienen que participar todos tus sentidos.
Y para ello no hay nada como crear tu “Momento Especial” ese que va a permitir que las cosas sean distintas.
 

Comienza por buscar ese momento del día donde nada ni nadie te interrumpe. Si no lo has tenido hasta ahora, es el momento de construirlo, de sacarlo de debajo las piedras.
Elige un lugar en el que estés cómodo, donde te agrade estar. Puede ser fuera, en el campo, en tu casa, en tu habitación. Tú eliges el lugar para tu “Momento Especial”.
Ahora pon a trabajar tus sentidos.

  • Puedes usar ese perfume que tanto te encanta, encender una barrita de incienso o sentir la fragancia de la hierba pisada.
  • Siente en tu piel el tacto del raso del butacón, en tus dedos la textura de ese collar que usas para contar o simplemente el suave calor de esa vela que has encendido.
  • Escucha esa música que tanto significa para ti, los pájaros en el jardín o simplemente el silencio del momento.
  • Y fíjate en ese esplendoroso paisaje, la belleza de esa flor o la trémula llama de esa vela.
¡¡Ya estás ahí. Este es tu momento!!
Trabaja tu afirmación. Pon entonación, mueve tu cuerpo (mucho o poco, eso depende de ti) y sobre todo ponle corazón, dale sentido, siéntela.
Con el tiempo, todos estos elementos conspirarán para que aunque solo existiendo uno de ellos en un momento dado, todos se activen en tu corazón para ponerte en marcha y conseguir tu objetivo.
¿Qué esperas para crear tu “Momento Especial”?

Si estas dudoso, quizás esto pueda inspirarte a encontrarlo en algun lugar de tu interior.



miércoles, 19 de mayo de 2010

SUELTA YA EL FRENO DE MANO...

“Son tus pensamientos y tus creencias los que marcarán los límites de tu futuro..”

En cuanto cumplí mis 18 años me inscribí para conseguir el carnet de conducir. Mis padres me pagaban los cursos y comencé a practicar con el profesor más veterano de la ciudad. Un tío con muy poca paciencia que practicaba el arte de estresar a sus alumnos para que estuviesen preparados para el examen final.
Entre todas las prácticas, la que más me asustaba era aquel semáforo en una cuesta muy inclinada.
Que trauma el tener que parar ante él. Un problema parar pisando el freno y el embrague para mantener el coche en marcha sin deslizarme para atrás. Mantener apretado fuertemente el freno, con la terrible sensación de que se me iba a deslizar el píe y el coche se iría hacia atrás por la cuesta. Luego en la salida, soltar el embrague, levantar el pie del freno y pisar el acelerador. Todo ello en décimas de segundo.
Perdí la cuenta de las veces que calé el automóvil en aquel punto.
El monitor se desesperaba. Por mucho que me explicara aquello del “talón-punta”, jugando adecuadamente con el acelerador y el freno…
Los nervios de irme para atrás al soltar el freno y apretar el acelerador acababan permanentemente igual. El coche se calaba y se iba para atrás. Menos mal que los prudentes conductores guardaban siempre una distancia suficiente tras el vehículo auto-escuela.
Un día, mi profesor tiró la toalla y decidió aplicar el plan B. Me explicó que podía poner el freno de mano al parar. También me indicó que para arrancar tendría que ir acelerando lentamente e ir soltanto el “freno de mano” para salir de la parada.
Aprendí a disfrutar de la tranquilidad que daba poner el “freno de mano” cuando parábamos en cuesta. Ya podía relajarme. Ya controlaba la situación… O eso creía.
El día del examen embarco con el monitor y el examinador dirección el recorrido de pruebas.
O desgracia. El primer semáforo en rojo en una cuesta muy importante. Y para complicar las cosas esta vez me quedo entre dos automóviles, con muy poca distancia de separación.
El de delante, un friki-auto: Super tuneado, alerón, tubo de escape cromado. Dentro, un tio con la cabeza rapada con tatuajes hasta en las orejas y unos pendientes, nada halagüeños.
El de atrás, un BMW nuevecito, todo reluciente, tapicería cuero claro, aparentemente con todas las opciones, incluida rubia de peluquería con pañuelo y gafas de Loewe. Dios sabe lo que pasaría si le rayase el BMW.
El caso es que aún contando con mi “freno de mano”, comenzó a acelerarse mi pulso, y esta vez no estaba tan relajado como anteriormente. Los segundos pasaban y yo repasaba cientos de veces la secuencia májica para salir de este semáforo.
Sobre todo evitar salir rápido y golpear el friki-auto y todavía más cuidar de no irme para atrás y contactar con el BMW.
Finalmente el semáforo pasó a verde. Esperé que el primero avanzase antes de levantar el pie y comenzar a apretar el acelerador. Con mucho cuidado para no calar… Pero el auto no avanzaba.
Voy hundiendo el pie en el acelerador.. más ruido pero sigo sin avanzar..
Hasta que oigo decir al monitor “Suelta ya el Freno de Mano”…
Al soltarlo el auto se puso en marcha sin problemas y seguimos el recorrido de examen.

¿Has tenido alguna vez sensación de tener el “freno de mano” puesto?
¿Has visto alguna vez personas comportarse como si un freno mental las bloquease?


Creencias, hábitos negativos, experiencias pasadas, sentimientos de culpabilidad, miedos, dudas, malas influencias, .. ¿Cuantos frenos mentales tenemos aplicados e impiden que nuestro cerebro “circule adecuadamente”?
¿Cuántas veces nos hemos acostumbrado a la comodidad del “freno de mano” y ahora somos incapaces de funcionar sin él o incluso de darnos cuenta que nos lo hemos dejado puesto?

Ya  puedes tener el mejor coche, el mejor GPS, el mayor deseo de viajar y recorrer mundo. Como no sueltes el “freno de mano”, no conseguirás avanzar nada.
Si deseas cambiar cosas en tu vida, comienza por deshacerte de aquellas creencias que te fueron inculcadas por los profesores, padres o amigos. Toma conciencia como te han sido útiles en algún momento de tu vida pero ahora solo te impiden conseguir tus objetivos.
Suelta ya el freno de mano y descubre tus posibilidades ..

martes, 27 de abril de 2010

¿COMPROMETERTE…? ¿PARA QUÉ?

Cada vez menos practicado en estos días y sin embargo tan importante para el éxito y la felicidad, el compromiso es una de las claves para conseguir lo que deseas en la vida.
¿Qué compromiso te ayudaría a conseguir una vida mejor?
  • Acabar con una relación que te destruye
  • Encontrar trabajo
  • Escribir un libro
  • Mostrar a esa persona lo que la quieres
  • Comunicarte con tus hijos
  • Dejar el tabaco
  • Perder peso
Puede que no encuentres tu objetivo  en la lista anterior. Añádelo entonces, pues solo puedes comprometerte con tus objetivos realmente personales.
Cuando lo tengas localizado y apuntado, comprométete con él, ya mismo. Mientras no lo hagas, dudarás. Y mientras dudes,  retrocederás. Y mientras retrocedas, abandonarás tu objetivo a la más mínima dificultad que se presente…. Y seguro que se presentará.
¿Qué significa comprometerse con algo?:
Tomar una decisión irrevocable respecto a un objetivo que se desea conseguir.
Un compromiso no es negociable. Es algo que sale del corazón, que puede implicar esfuerzos y sacrificios a corto plazo, pero que deseas absolutamente conseguir.

1- Encontrar sólidos “Para qué”s.
Haz una lista de razones que te hacen desear absolutamente conseguir tu objetivo. Piensa en los beneficios de los que gozarás una vez tu objetivo alcanzado. Esos “Para qué” serán la gasolina de tu vehículo. Sin unos potentes  o numerosos “Para qué”, pocos kilómetros conseguirás recorrer.

2- No pienses en “Como” lo vas a hacer.
Muchas personas no se atreven a fijarse objetivos porque no saben exactamente cómo conseguirlos. El análisis los paraliza y les impide atreverse con sus sueños. Confía en tu intuición y en el universo que te rodea.
Una vez te hayas comprometido, ideas irán apareciendo, personas conocerás y herramientas encontrarás en tu camino.
Cuando enfocas con la fuerza del compromiso muchas cosas que te pasaban desapercibidas se hacen visibles y útiles para tu objetivo

3- Renovar tu compromiso a menudo. (al menos dos veces al día)
Para mantener ese enfoque es fundamental evitar distracciones y sobre todo potenciar continuamente la energía que te da tu compromiso. Tenlo escrito en grandes letras en algún (o algunos) lugar bien visible. Te sorprenderás de la fuerza que te da releerlo en alto al levantarte y al acostarte.

4- Haz público tu compromiso.

Sea por vergüenza o por otros motivos solemos respetar más la palabra que damos a los demás que la que nos damos a nosotros mismos.
Pues usa esto como una herramienta. Comparte tu compromiso con las personas cercanas, esto creará una tensión adicional que te ayudará a mantener tu compromiso.

5- Quema tus naves
Hace bastantes años, un general llegó a luchar a una isla con toda su tropa. Apenas desembarcados sus hombres, dio la orden de quemar los navíos para evitar toda retirada. No quedaba a sus hombres más opción que vencer o morir. Aún siendo mucho menos numerosos vencieron en aquella batalla.
Mientras te queda opción de retirada, no empleas todas tus fuerzas en el compromiso y siempre estarás en la duda de si lanzarte o volverte atrás.

¿Qué compromiso puede ayudarte a disfrutar de una vida más plena?
Tomate unos minutos y piensa en ello y en el precio de no cumplir con tus compromisos.

domingo, 4 de abril de 2010

TU PRIMERO..



Bueno, que difícil es a veces cumplir con nuestros compromisos.
Dos semanas llevo sin comunicarme con mis lectores, sin actualizar noticias en el Blog, sin entrar a ver como van las cosas.
Estas semanas seguro que han sido densas para todo el mundo. Vacaciones con semana santa incluida nos han permitido probablemente salir de la rutina y re-encontrarnos con experiencias que vivimos de año en año.
Es estimulante ver como los ánimos se mueven alrededor de las procesiones, y como los hábitos (físicos y mentales) van pasando de generación en generación. A veces se consigue ver en la misma procesión tatarabuelo, abuelo, hijo y nieto. Cuatro generaciones disfrutando de algo en común ya sea fiesta, ceremonia, religión o simplemente comunión con los demás compañeros.
Que orgullo para un padre ver su vástago siguiendo las costumbres ancestrales. Y que fácil es conseguirlo siendo pequeños. Los hijos son como esponjas y lo aprenden todo de nosotros. Desde primera infancia nos observan e imitan siendo los padres sus primeros modelos, profesores o mentores. Llegada la adolescencia, las cosas cambian y los deberes que no hayas hecho entonces ahí quedarán.
Pregunta a un niño lo que quiere ser de mayor, y en la mayoría de los casos responderán: “Como mi Papa y mi Mama”.
Tu niño disfruta de las procesiones porque desde el primer momento te ha visto a ti y a todos tus compañeros implicados. En cuanto pudo, el también estuvo viviéndolas en primera línea. No lo lleva en los genes pero sí en su más tierna vivencia.
¿Igualmente puedes hacer que tu niño tenga una salud excelente? Deja de fumar, aliméntate bien, practica un deporte.
¿Te gustaría que tu hijo tenga un trabajo que le apasione? Comienza tú por disfrutar de tu trabajo.
¿Te gustaría que tu hijo fuese económicamente independiente? Mira a ver como lo consigues tú.
¿Te gustaría que tu hijo tuviese relaciones personales armoniosas? Comienza tú a relacionarte con amor y cuidar a los demás.
¿Te gustaría que tu hijo amase el estudio? Comienza tú por leer, asistir a conferencias y preocuparte por tu formación y desarrollo.
¿Te gustaría que tu hijo sea educado y respetuoso con los demás? Comienza tú, dejando de insultar, gritar y denigrar a los demás.
¿Te gustaría que tu hijo fuese un ciudadano íntegro y ejemplar? Comienza tú siendo un modelo de honestidad, integridad y respeto social.
Como padre tu responsabilidad hacia tu niño es enorme. Tu papel va mucho más allá que un tejado, alimentación o seguridad. Tu papel es de ser un modelo para el.
Nunca esperes que tu niño sea en la vida más de lo que tú has sido. Si deseas que tu niño sea feliz en la vida, comienza siéndolo tú.
Ya sabes: TU PRIMERO.

martes, 16 de febrero de 2010

¿COMO TE LIMITAN TUS CREENCIAS?

Buenas tarde amigo.
¿Cómo piensas te afectan tus creencias?
¿Te has parado a pensar en cuantas veces te apoyas en ellas, y cuantas veces no te ayudan?
Veamos algunas muy habituales:
Internas:
-          En los atascos de la A2, siempre me quedo en la fila que esta parada.
-          No valgo para recordar nombres.
-          Siempre llego tarde porque siempre pillo todos los semáforos en rojo.
-          Nunca encuentro aparcamiento.
-          Detesto los funcionarios.
Salud:
-          Siempre estoy cansado.
-          No soy capaz de levantarme temprano.
-          Nunca conseguiré tener esa “tableta de chocolate” en lugar de mi tripita.
-          No puedo dejar el tabaco.
Relaciones:
-          Las mujeres son malas conductoras.
-          Las conversaciones útiles son las específicas y concretas.
-          Los que llevan los pantalones caídos o piercing son unos inmaduros.
-          No soy divertido.
Finanzas:
-          El dinero pervierte las relaciones.
-          Los ricos son manipuladores, mentirosos o malas personas.
-          No se puede tener todo en la vida.
-          Nunca seré millonario.
¿Te has reconocido en alguno de estos pensamientos? Si así fuese… ten mucho cuidado porque puede que consigas exactamente lo que piensas.
Donde tu mente enfoque, eso será lo que te encuentres.
Recuerdo cuando me compré mi primer coche. Comencé fijándome en el Opel Astra. Pero salía a la calle y veía Astras por todas partes.
Por eso cuando un compañero me habló del nuevo Fiat Tipo pensé en que sería la oportunidad de algo distinto y adquirí un flamante y exclusivo Fiat Tipo Rojo.
Cual fue mi sorpresa que al salir a la carretera, ya no veía Opel Astras… solo veía Fiat Tipo..
Al enfocar en algo, condicionamos nuestro proceso mental, igualmente nuestras creencias condicionan nuestro modo de ver la vida y en consecuencia mis posibles resultados.
¿Al fin y al cabo, como puedo ser feliz si pienso que la felicidad no es posible? 
Henry Ford decía “Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes tienes razón”

Ya es hora de re-escribir tu vida.
¿Si tus creencias te condicionan, porque no cambiarlas?
Algunas creencias tienen sus orígenes en tu infancia y están muy profundamente acuñadas en tu mente.
El acceder a las que te limitan y reacondicionarlas en potenciadoras puede ser un largo camino o un simple paso. Esto depende de cada uno.
Lo importante es comenzar a andar ese camino y dar ese primer paso.
Y para ello algunas reglas básicas pueden serte de utilidad:
-          Obsérvate cuando dices o piensas frases negativas o limitadoras. Aunque parezca que no existan, seguro que las hay. Pregunta a tus compañeros y familia que te ayuden a detectarlas. No puedes actuar sobre algo que no conoces.
-          Vas a construir una nueva afirmación para sustituir la que no te sirve. Hablo de afirmación porque tiene que construirse en afirmativo. Parece que el cerebro no entiende el NO. Para comprobarlo, “NO pienses en un elefante rosa”……. ¿En que has pensado? Por lo tanto si quiero dejar de fumar, la afirmación “NO VOLVERÉ A FUMAR” no es probablemente la más adecuada para sustituir  “NO PUEDO DEJAR EL TABACO” ¿Qué te parece “Respiro con profundidad, saboreando el aire, y teniendo un buen fondo físico”?
-          Puedes también buscar la parte positiva de tu creencia. Por ejemplo “LAS MUJERES SON MALAS CONDUCTORAS” podría convertirse en “LA PRUDENCIA QUE DEMUESTRA LA MUJER AL VOLANTE REDUCE LAS TASAS DE MORTALIDAD”.
-          Equipado de tu nueva afirmación, ya puedes usarla cada vez que tu creencia inicial asalte tu mente. Puedes también repetirla muy a menudo hasta que se haga más presente que la creencia limitante.

Recuerda que tu peor enemigo eres tu mismo. Evita proyectar ondas negativas, te será mucho más útil emitir con convicción todo lo positivo que encuentres.
Si algunos dicen que ERES LO QUE COMES…  es muy probables que seas mucho más LO QUE PIENSAS.
Y esta en tu mano cambiar lo que piensas.    
Aunque algunos vídeos puedan apoyar lo contrario.

lunes, 18 de enero de 2010

Lucha por tus sueños. ¿Que te lo impide?

Esta semana pasada, he retomado varias actividades que habían quedado “pausadas” por el intermedio de las navidades. Vuelta a practicar deporte con mis compañeros, vuelta a seguir con las actividades asociativas y vuelta a los proyectos profesionales. Todas estas actividades me motivan, me dan energía y disfruto con ellas. Por eso me extrañan algunas cosas.
¿Por qué cuando repaso la situación  veo objetivos que están siempre ahí y que parecen hacerme una pedorreta? 
¿Tienes alguna vez esa sensación de saber lo que quieres, saber incluso como conseguirlo y en cambio estar ahí parado? ¿Qué te lo impide?
Seguro que cada uno tendrá sus motivos y mientras no los averigüemos es muy posible que ahí estemos…Atascados.
Creo que algunos de los motivos más importantes que impiden a las personas conseguir lo que desean serían:

1. El miedo.
El miedo a fracasar es probablemente el mayor obstáculo hacia el éxito. Te bloquea y paraliza.
¿Y de donde viene este miedo? Del discurso interior. De las palabras que hay en tu cabeza.
¿Y quien es el responsable de lo que oyes en tu cabeza? ¿Es posible que seas tu mismo?
No te desesperes buscando, tu mismo eres tu freno más potente.
Si te obsesionas con el fracaso y con el desastre, al final será lo que conseguirás.
Si quieres conseguir lo que deseas piensa en como conseguirlas y actúa como si estuvieses convencido de conseguirlas.

2. La opinión de los demás.
Lo que los demás piensan, o van a pensar de ti es otro obstáculo para conseguir tu sueño. Algunos te dirán, “tu alucinas macho”, “eso es imposible”, “como te crees que vas a conseguir eso”, “sé razonable y no pierdas el tiempo”, “no te arriesgues”, “eso no es para ti”.
Los escuchas y piensas que puede que tengan razón. ¿Por qué te dicen estas cosas?
¿Quizás piensen que es más fácil convencerte de no intentarlo que lanzarse contigo y ayudarte a conseguirlo?
La próxima vez que alguien te diga que “no es posible”, contéstale que tiene razón, y que probablemente sea imposible para ella pero no para ti.

3. Las “malas” costumbres.
Las costumbres que van en sentido contrario a lo que sueñas. Quizás sepas que tienes que madrugar para conseguir tu objetivo pero como siempre te has levantado tarde, ahí estas intentando conseguir tu sueño sin vencer esa costumbre limitante.
Los hábitos nos acompañan toda la vida y nos ayudan a que las tareas rutinarias se conviertan en algo sencillo y realizable sin mucho esfuerzo (conducir por ejemplo). La dificultad es cuando alguno de estos hábitos se queda enganchado y sin que nos demos cuenta bloquea algo que deseamos.
La buena noticia es que las “malas” costumbres pueden cambiarse por “buenas” costumbres. Bastará tiempo y perseverancia e ir “poquito a poquito”.

Parece que el éxito instantáneo no existe. Conseguir tus sueños es un viaje con múltiples obstáculos como el miedo, la opinión de los demás o las “malas” costumbres. Solo superándolas, rodeándolas o buscando vías alternativas conseguirás tu sueño.
Eso me deja en otro punto ¿Y si no fuese tan importante conseguir el sueño, sino como recorres el camino?