domingo, 4 de abril de 2010

TU PRIMERO..



Bueno, que difícil es a veces cumplir con nuestros compromisos.
Dos semanas llevo sin comunicarme con mis lectores, sin actualizar noticias en el Blog, sin entrar a ver como van las cosas.
Estas semanas seguro que han sido densas para todo el mundo. Vacaciones con semana santa incluida nos han permitido probablemente salir de la rutina y re-encontrarnos con experiencias que vivimos de año en año.
Es estimulante ver como los ánimos se mueven alrededor de las procesiones, y como los hábitos (físicos y mentales) van pasando de generación en generación. A veces se consigue ver en la misma procesión tatarabuelo, abuelo, hijo y nieto. Cuatro generaciones disfrutando de algo en común ya sea fiesta, ceremonia, religión o simplemente comunión con los demás compañeros.
Que orgullo para un padre ver su vástago siguiendo las costumbres ancestrales. Y que fácil es conseguirlo siendo pequeños. Los hijos son como esponjas y lo aprenden todo de nosotros. Desde primera infancia nos observan e imitan siendo los padres sus primeros modelos, profesores o mentores. Llegada la adolescencia, las cosas cambian y los deberes que no hayas hecho entonces ahí quedarán.
Pregunta a un niño lo que quiere ser de mayor, y en la mayoría de los casos responderán: “Como mi Papa y mi Mama”.
Tu niño disfruta de las procesiones porque desde el primer momento te ha visto a ti y a todos tus compañeros implicados. En cuanto pudo, el también estuvo viviéndolas en primera línea. No lo lleva en los genes pero sí en su más tierna vivencia.
¿Igualmente puedes hacer que tu niño tenga una salud excelente? Deja de fumar, aliméntate bien, practica un deporte.
¿Te gustaría que tu hijo tenga un trabajo que le apasione? Comienza tú por disfrutar de tu trabajo.
¿Te gustaría que tu hijo fuese económicamente independiente? Mira a ver como lo consigues tú.
¿Te gustaría que tu hijo tuviese relaciones personales armoniosas? Comienza tú a relacionarte con amor y cuidar a los demás.
¿Te gustaría que tu hijo amase el estudio? Comienza tú por leer, asistir a conferencias y preocuparte por tu formación y desarrollo.
¿Te gustaría que tu hijo sea educado y respetuoso con los demás? Comienza tú, dejando de insultar, gritar y denigrar a los demás.
¿Te gustaría que tu hijo fuese un ciudadano íntegro y ejemplar? Comienza tú siendo un modelo de honestidad, integridad y respeto social.
Como padre tu responsabilidad hacia tu niño es enorme. Tu papel va mucho más allá que un tejado, alimentación o seguridad. Tu papel es de ser un modelo para el.
Nunca esperes que tu niño sea en la vida más de lo que tú has sido. Si deseas que tu niño sea feliz en la vida, comienza siéndolo tú.
Ya sabes: TU PRIMERO.

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