lunes, 19 de abril de 2010

SUELTA LASTRE PARA CRECER.

Un antiguo refrán dice “Si deseas ser feliz un día, véngate. Si deseas ser feliz el resto de los días, perdona.”
Si alguien en el pasado, te hizo daño y no le haz perdonado todavía, estas cargando un saco de lastre que te impide avanzar. El rencor y la rabia son emociones tan pesadas, y ocupan tanto en tu vida que impiden que emociones más constructivas como el amor, la alegría y la felicidad se desarrollen. Como si la mala yerba de tu jardín no dejase crecer las flores y estuvieses pinchándote en las ortigas en lugar de disfrutar del perfume y del color.
¿Qué pasaría si hoy, tomases la decisión de perdonar de una vez, a todos los que te han fastidiado en el pasado? ¿Qué pasaría si decidieses dejar de arrastrar ese peso?
Quizás bastaría que te dieses cuenta que las personas que te han herido lo han hecho inconscientemente. Una persona que no tiene amor en su corazón, no puede darlo a los demás. Quien nunca ha recibido un “te quiero”, muchas dificultades tendrá para ofrecerlo a los demás.
Negarle el perdón a alguien, es tan ridículo como beberse el veneno y confiar que el otro muera. Las emociones de odio, rabia que se arrastran solo dañan al que las siente y no atraerán nada positivo en su vida.

Suéltalo ya!
Si te encontrases deseando salir de un pozo, y yo te estuviese tendiendo la mano para ayudarte.
¿Cómo ibas a poder agarrarte fuerte a ella si tuvieses tus manos llenas de antiguos pensamientos, de rabia y resentimiento?
Si deseas beneficiarte de la ayuda de los demás y conseguir salir será mucho más útil abrir tus manos y abandonar tu rabia y resentimiento para agarrarte a un mañana mejor.

El Perdón egoísta
Si no consigues ver porque debes perdonar a los demás, piensa que lo haces por ti y no por ellos. Regálate paz y disfrute confiando en la vida. Observa quien es feliz alrededor tuyo. Comprueba como los que se agarran al lastre del odio se hunden solos mientras los que perdonan disfrutan de ellos y de los demás.

El Perdón por carta.
Un buen método para perdonar es escribir a la persona contra la cual guardamos resentimiento. Explicarle lo que nos dolió y lo mal que lo pasamos. Aprovechar también para identificar el motivo positivo de sus acciones y darse cuenta que esa persona seguramente buscaba un objetivo muy distinto al que consiguió.
Una vez acabada, podemos decidir enviarla o no. Esto será decisión nuestra. Lo importante es que mientras la escribimos, el perdón se implanta en el espíritu y en el corazón al ir disolviéndose el odio y el rencor.
Es posible que decidas escribirte la carta a ti mismo, aceptándote y dejando de verte como una víctima.
Es posible que decidas escribirla a alguien que ya no está entre nosotros. En cualquier caso, siempre será de utilidad y conseguirás nuevas energías y confianza para vivir la vida.
Energías que te permitirán hacer y alcanzar metas que ni sospechabas.

Fijate lo que consiguen estos chavales..... 



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