domingo, 24 de abril de 2011

¿SABES VENCER EL ESTRÉS?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
¿Crees que estas estresado, pero no sabes qué hacer?
Vencer el estrés  y vivir equilibradamente se aprende. No es necesario atiborrarse de pastillas o acudir a un psiquiatra para conseguirlo.
Bastan dos elementos para luchar y vencer el estrés: Relajación y Gratitud.
La mayoría de las personas persiguen tanto la felicidad que se olvidan de ser felices. Se pasan mucho tiempo haciendo y poco tiempo siendo.  A tal punto que muchos deciden descansar únicamente cuando están totalmente agotados: “Estoy roto, necesito vacaciones...”
¿No sería mejor parar a descansar antes de pasar ciertos límites?
¿Eres de los que se enorgullecen de estar tan ocupado que no puedes tomar ni vacaciones?
Las vacaciones no son un gasto, sino una inversión para mantener tu maquinaria operativa y bien engrasada.
El tiempo para las vacaciones no se encuentra, simplemente se toma. Para ello deben planificarse con anticipación e incluirlas en tu agenda como cualquier actividad profesional.
Si puedes distribuir las vacaciones para poder hacer interrupciones cada 12 semanas, conseguirás mejores resultados que si solo tienes un periodo al año.
¿Son las vacaciones tu único modo de Relajación?
Aunque tu trabajo te apasione, mantén otras aficiones que te permitan cambiar las ideas y relajarte. Ir al cine, quedar con amigos, escuchar música, pasearte en el campo, disfrutar de la familia… tantas opciones que aportan relajación a la mente saturada y permiten enfriar las neuronas (igual que en un largo viaje paras de vez en cuando para dejar el motor y los neumáticos descansar –además del conductor-).
Tomate también el tiempo de ser, no sobrecargues tus momentos libres con más actividades, aprende a concederte algún momento donde no “hagas nada” (por muy complicado que parezca).
¿Qué pasa con tus emociones?
En diversos estudios actuales, se está comprobando que el mejor método de reducir el estrés es aprender a tener pensamientos positivos de Gratitud, Amor o Ternura.
Desear anular o parar la sensación de ansiedad (típica de las situaciones de estrés) solo consigue añadir peso a nuestro problema. Si pudieras sustituirla por otra...
Seguro que alguna vez te has encontrado en esa situación, sin conseguir dejar de pensar en tu dificultad. Entonces llegas a casa y tu niño/a de pocos añitos te recibe con los brazos abiertos y esa sonrisa tan tierna que tienen los bebés. Es posible que sin darte cuenta, haya desaparecido la ansiedad, sustituida por el cariño hacia esa personita.

Seguramente puedas encontrar otros elementos que te ayuden a reducir tu estrés habitual.
Si los has identificado, aprovecha e incluye los en tu agenda para considerarlos y tomarte tu tiempo para ellos.

Despues de estas breves vacaciones de semana santa, quizás te pueda servir lo que sigue,  como vacuna anti estrés. Concedete unos minutos para disfrutarlo (aunque no sea hasta el final).

lunes, 11 de abril de 2011

¿ASUMES TU RESPONSABILIDAD?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
Estoy leyendo unos libros sobre el concepto de la salud en china siguiendo los preceptos filosóficos (o científicos) del TAO. Es sorprendente cuan opuesto puede ser el enfoque de occidente respecto a oriente. En particular una cita me resultó muy ilustradora: “Los mosquitos ponen sus huevos en las aguas corrompidas, pero no son la causa de que las aguas se corrompan”.
En occidente los enfoques científicos basados en la teoría de los gérmenes de Luis Pasteur nos han llevado a quedarnos con la idea de que estos son los causantes de nuestra enfermedad y nuestro planteamiento curativo pasa por eliminarlos con todo tipo de sustancias “medicinales”.
¿Quién se plantea que los gérmenes no aparecerían si el sustrato fuese sano y
¿Qué pasaría si tomase la responsabilidad de mantenerse sano (hábitos, alimentación, respiración, ejercicio, etc)?
Parece ser mucho más cómodo asumir que la culpa de la enfermedad la tiene el entorno y que la clave de nuestra recuperación la tiene el médico y el vademécum.
Generalmente cuidar de nuestra salud con nuestros propios recursos exige esfuerzos personales que pueden quedar fuera de lo que estamos dispuestos a dar.
¿Cuántas veces querrías alcanzar tu objetivo pero algo te lo impide?

Las cosas van mal en mi salud
La culpa la tiene el clima, mucho calor, mucho frio, mucha humedad..
La culpa la tiene el sistema sanitario y sus médicos que no nos recetan los medicamentos que solicitamos.

Las cosas van mal en mi trabajo
La culpa es de mi jefe que es un incompetente.
La culpa es del compañero trepa que me impide desarrollarme.
La culpa es de los accionistas que solo desean ganar dinero.

Las cosas van mal en mi pareja.
La culpa es de mi pareja que no me comprende.
La culpa es de mi suegra que impide una correcta comunicación.
La culpa es de mi educación.

Las cosas van mal en mi cabeza
La culpa es del tiempo, nuboso, gris, etc..
La culpa es del mundo que me rodea y no me acepta.
La culpa es del destino o de la mala suerte.

¿Cuál es tu responsabilidad en todas estas situaciones?
Mientras no asumas tu responsabilidad, dejarás tus posibilidades de solución en manos de los demás o del universo.
No te pondrás a funcionar porque en lugar de buscar tus opciones estarás esperando que te las den otros.

martes, 5 de abril de 2011

DESEAR O CONSEGUIR: ¿QUE TE HACE MAS FELIZ?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
Es habitual que nos preguntemos por la llave de la felicidad.
¿Que necesitas para ser feliz?
Seguramente aparecerán numerosos factores en consideración. En particular vivir de acuerdo a tus valores los más importantes.
Si piensas un poco más, te darás cuenta que lo que te ayuda también a ser feliz es tener objetivos, sueños o proyectos para realizar.
Earl Nightingale (un conferenciante especialista en motivación) decía que “el éxito es la realización progresiva de un propósito digno”. Parece que el éxito no es el mismo si se consigue “de golpe” o “progresivamente”.

¿Cuándo estas más contento, cuando has conseguido algo o mientras intentas conseguirlo?
Seguramente existen cosas que es mejor tener que estar deseando y que conviene apreciar adecuadamente. Nuestra salud, nuestra familia, los amigos, nuestra vivienda, etc.. forman parte de nuestra felicidad diaria y tenemos tendencia a olvidarnos de ellas, y solo recordarlas cuando nos faltan.
Entonces es cuando volvemos a valorarlas.

La experiencia de los alpinistas puede ser instructiva. No es la llegada a la cima lo que más les satisface, sino la preparación y el viaje en si mismo, la experiencia que les mueve. Es conseguir atravesar múltiples pruebas para llegar, lo que genera el sentimiento de satisfacción. Una vez en la cima, admiran el paisaje, se hacen la foto y bajan pensando pensando en el próximo reto. Planificar otra expedición es lo que les mantiene en movimiento.

Imaginate tus vacaciones en la playa. ¿Cuando estas más feliz, más excitado y con más energías?¿Cuando tienes los pies en la arena, una semana después enseñando las fotos a los amigos, o un mes antes o un día antes o unas horas antes cuando estás esperando el avión para marcharte?
Quizás pienses ahora que la felicidad no te la da “tener” sino saber que “vas a tener”, no te la da "lo que consigues”, sino “como lo consigues”.

Por eso la próxima vez que vuelvas de viaje, comenzarás a planificar tu próxima actividad o salida. Aunque falten unos meses, unos años. La ilusión de esos proyectos inyectará energía y motivación a tu vida.
Tener sueños, objetivos, desear alcanzar tus metas, es LA motivación que te da el para qué de cada día.
Si no tienes el tuyo, ya sabes lo que tienes que hacer..