Es básicamente el resultado natural del compromiso que cada uno aplica a su vida, y de cómo decide desarrollarse en ella.
Tú decides cada día entre cientos de acciones. Estas se van sumando desde la mañana a la noche y dan por resultado: Tu día y su valoración.
Esto es algo que haces todos los día y no de modo esporádico. O sea, que lo que te ocurre ahora es el resultado de lo que has decidido hace unos minutos. Y lo que ocurrirá mañana será resultado de lo que estás haciendo en este mismo momento. ¿Parece de perogrullo? Pues muchas veces debemos de olvidarlo a tenor de las actitudes que adoptamos.
Quizás no puedas estar analizando permanentemente todo lo que haces…
Pero seguro puedes concederte unos minutos antes de dormirte y dar un breve repaso, para decidir con que quieres comprometerte al día siguiente y como ir un poco más allá.
A continuación puedes encontrar algunas preguntas que quizás te ayuden. Seguro que se te ocurren también otras que van más contigo:
1- ¿Has comenzado el día agradeciendo todo lo que tienes hasta hoy?
2- ¿Has repasado tus objetivos (a corto y largo plazo), y decidido en base a ellos lo que vas a hacer hoy?
3- ¿Has demostrado que quieres a alguien hoy?
4- ¿Has agradecido algún gesto, o palabra, a alguien hoy?
5- ¿Has mejorado alguna de tus habilidades profesionales hoy?
6- ¿Has leído un libro, escuchado una grabación, o visto un programa que te haya estimulado hoy?
7- ¿Has comido alimentos nutritivos y que enriquezcan tu cuerpo hoy?
8- ¿Has cuidado tu cuerpo haciendo algún ejercicio físico hoy?
9- ¿Has dedicado tiempo a hablar y sobre todo a escuchar un amigo hoy?
10- ¿Has hecho alguna actividad placentera hoy?
11- ¿Has pensado en tener una jornada extraordinaria mañana?
12- ¿Estás hoy más cerca que ayer de tus objetivos?
¿Cómo te sentirías si todas las noches, antes de dormirte, pudieses responder SI a todas estas preguntas (o a la mayoría)? ¿Sería importante para ti?
Lo que voy a compartir ahora me permitió responder positivamente, el domingo (y todavía hoy), a varios puntos en mi chequeo nocturno. Confío que lo disfrutes tanto como llegué yo a hacerlo.
Puedes mirar las imágenes o puedes cerrar los ojos y centrarte en como una maravillosa voz puede hacer vibrar todo tu cuerpo y mucho más.
¿Será el alma que es sensible a esta voz, a su emoción? ¿O será que acabo de descubrir una nueva visión del Padre Nuestro que me lleva a lugares donde no me había llevado antes?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario