martes, 17 de mayo de 2011

¿SUFRES DE PROCRASTINACIÓN?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
No te preocupes, no estoy insultándote. Es posible que, sin saberlo, tú también seas “procrastinador”…
Hace ya varios meses me plantee la necesidad determinada información para un proyecto.
Me pareció que tenía mucho tiempo por delante y decidí centrarme en otras actividades. Por lo tanto, dejé este proyecto sobre el “montón de cosas pendientes” de mi oficina. Eso sí, bien visible para que no se me olvide.
Pero en lugar de sentirme liberado (por el aplazamiento) y enfocarme en lo más inmediato, cada día, cada ratito, mi mirada se iba a la carpeta en cuestión (bien visible) y un terrible desasosiego me invadía.
Dos semanas transcurrieron y yo seguía sin haber iniciado la tarea. Eso sí, todavía tenía varias semanas por delante y no había prisa…
Tenía todas las razones del mundo para no comenzar la tarea, otras prioridades, los clientes, etc..
El caso es que llegó un momento (por vicisitudes de la vida) en el que necesitaba haber hecho esa tarea al día siguiente.
Esto me implicó pasar una noche en vela trabajando en la tarea aplazada, con el inconveniente de que no podía contar con ningún apoyo (todo el mundo estaba durmiendo) para aclarar dudas, o completar el documento. Al final, resultó un  trabajo de menor calidad y desde luego una noche “desagradable”. Resultado: mucha insatisfacción.
¿Te recuerda esto algo?
¿Por qué aplazamos las cosas?
Procrastinar es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.
El primer motivo para procrastinar es “la falta de tiempo”.
¿Quién tiene la culpa de que te falte tiempo? 
La repuesta mayoritaria es: Los demás.
Todos identificamos ladrones de tiempo en las reuniones, en los clientes, en el teléfono, en nuestros jefes..
Tantos elementos que interrumpen nuestro discurrir diario y sobre los que no tenemos control.
¿Qué peso tiene, en esa falta de tiempo, tu hábito de aplazar tus obligaciones?
La costumbre de aplazar a más tarde asuntos que deberían ser hechos inmediatamente es quizás el factor que más pesa en la falta de tiempo. Una vez más, nosotros mismos, somos nuestro propio “enemigo” y para gestionar nuestro tiempo, debemos asumir nuestra responsabilidad.
Cada uno nos inventamos nuestros motivos para seguir procrastinando.
- Damos más importancia a las ventajas a corto plazo de evitar hacer una tarea que a los beneficios a largo plazo de realizarla.
- Preferimos dejar una tarea importante pero compleja para dedicarnos a una actividad rutinaria que nos da “paz mental”,  todo por miedo a enfrentarnos con lo desconocido o la dificultad.
- Dejamos que los demás (o el universo) tomen decisiones por nosotros por no asumir la responsabilidad de decidir y tener que descartar las demás opciones.

¿Qué te parecería vencer esa costumbre de “postergar a mañana” y comenzar a tomar el control de tu vida?
Puedes comenzar por darte cuenta de cuantas veces caes en esa situación.
También podrías limitar los compromisos a los aspectos más importantes de tu vida y esos hacerlos  SI o SI.
Y sobre todo, date cuenta del precio que pagas cada vez que dejas un dossier “pendiente” en la mesa y de la carga energética que consigues cada vez que lo retiras porque se ha hecho antes de tiempo.  Date cuenta como te sientes cada vez que tomas una decisión y la asumes en lugar de dilatarla eternamente.
Hazte un favor, concédete un gusto y hazlo ya.

¿Quizas estés simplemente procrastinado si te quedas viendo este vídeo? Solo tú decides lo que es importante para ti.


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