miércoles, 27 de enero de 2010

La mejor motivación.

Recientemente recibí un comentario de un lector de mi blog en el que decía “Sigue así Hilario. Has conseguido motivarme hoy”.
Mira que bien. Tendría que sentirme satisfecho por conseguir uno de los objetivos que me había marcado.
En cambio me sentí triste.
Me sentí triste porque “si yo he conseguido motivarte, es muy posible que cualquiera consiga desmotivarte”
Si dejas en manos de los demás el poder de encender el fuego de la motivación, hay muchas posibilidades que arda durante poco tiempo. ¿Y que ocurrirá cuando el fuego decaiga?

El bastón y la zanahoria.
Fíjate en lo que ocurre en casa. Los padres motivan sus hijos con la técnica del “bastón y la zanahoria”. ¿Recuerdas aquella técnica utilizada con los asnos?
Recibir regalos, mimos y halagos cuando haces lo que quieren. Y por otro lado, recibir castigos y desprecio cuando no lo haces.
¿Crees que esta forma de motivar se puede sostener a largo plazo?
¿Qué le ocurre al asno cuando se ha comido la zanahoria o se le ha pasado el dolor del bastonazo?
¿Qué es lo que estoy enseñando?

Motivación interior y exterior.
Recuerdo una amiga que fumaba mucho. Alguna vez intenté motivarla contándole los perjuicios del tabaco y lo que estaba haciendo para su vida. Gracias a mi energía y entusiasmo, ella decide finalmente de dejar el tabaco definitivamente.
Super-Motivada comienza su proceso y… dura 2-3 días. El entusiasmo desapareció casi tan abruptamente como apareció.
¿Que ocurrió? Probablemente, alguien (o ella misma) dijera “Todos debemos morir de algún modo. La vida es muy corta y estoy amargándome en lugar de disfrutar de un cigarrillo. Venga vamos a disfrutar de la vida, a ver donde tengo esa cajetilla..”
La motivación externa no fue suficiente. Puede incluso que fumase más después.

En cambio si ella hubiese decidido dejar de fumar por un motivo que proviene de su interior, sus posibilidades de éxito se habrían visto multiplicadas por 10 o 100! Es lo que ocurrió cuando, años después, se enteró que estaba embarazada. Se acabó el tabaco. De repente encontró un motivo con la fuerza suficiente para que sin esfuerzo, sin sufrimiento tomase una decisión y consiguiera mantenerla.

Sea lo que sea lo que deseas en la vida, necesitas motivación para conseguirlo. Sin ella nada es posible y te toca encontrar la que te apoyará en cada objetivo. Tomate unos instantes y escribe 5 o 10 razones para conseguir tu objetivo.
¿Sientes como la fuerza de tu motivación depende de TUS razones y no de las de los demás?
Y si eres padre o si tienes que transmitir como motivarse piensa en la fuerza del ejemplo para desarrollar ese fuego en la otra persona.
No le enciendas su fuego, muéstrale como enciendes el tuyo.
Eso es lo que deseo conseguir.



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