jueves, 20 de enero de 2011

¿ESCUCHAS TU ANGEL DE LA GUARDA?

por hilario.martinez@auraconsulting.es
Puede que tú lo llames intuición, otros dirán que se trata del instinto…
El caso es que todos alguna vez oímos, vemos o sentimos ese mensaje que nos impulsa a hacer (o no hacer) algo más allá de nuestro raciocinio habitual.
No sabemos porqué pero sentimos que no debemos irnos de viaje dejando la familia sola, vemos algo que nos hace cambiar inmediatamente de dirección, u oímos una canción que nos lleva a tomar una decisión mucho tiempo aplazada.

¿Alguna vez no seguiste tu instinto, y te arrepentiste a posteriori?
Es muy probable que esto nos ocurra más veces de lo deseado.
Cuando decimos que una persona sigue sus instintos, es porque no aplica un razonamiento a sus decisiones, sino que hace lo que le parece lo más natural (a veces muy distinto de lo que parece más lógico), porque lo siente así en lo más profundo de su persona.
Es muy importante fiarse de esos mensajes cuando se tienen que tomar decisiones rápidas y no tienes tiempo de reflexionar o consultar otras personas. En esos casos, escuchar nuestro Ángel de la guarda es el único modo de tomar la decisión acorde con nuestra persona.
Acuérdate, la próxima vez que tengas que tomar una decisión y estés indeciso, escucha tu voz interior. Tu Ángel siempre te recomendará lo más adecuado para tu coherencia.

¿Cómo diferenciar el origen de los mensajes?
En esta época de comunicaciones, nuestra mente se ha acostumbrado a recibir todo tipo de mensajes externos, soportados por medios tecnológicos. Tenemos infinidad de fuentes para reunir información y tomar la decisión correcta (o eso creemos).
Por ejemplo, cuando decido comprar el último IPAD de Apple… ¿Por qué lo hago?
-    ¿Pienso que es la herramienta que me va a solucionar mis problemas de trabajo en desplazamiento?
-    ¿Pienso que mis próximas presentaciones serán más cómodas?
-    ¿Pienso que así seguiré mejor la evolución de la tecnología?
Todas ellas pueden ser razones muy loables.
¿Pero no son todas resultados de mensajes exteriores, sabiamente orquestados por los expertos en marketing?
La dificultad para todos nosotros reside en que nos hemos acostumbrado a prestar mucha más atención a los mensajes externos que a los internos y con el tiempo hemos perdido hasta la capacidad de recibirlos. Como si en tu casa estuvieses recibiendo miles de correos electrónicos y ya no mirases tu buzón habitual, ese donde recibías las cartas manuscritas de tu madre, o las tarjetas de Navidad que te recordaban los buenos amigos.
Al final creemos que estamos confiando en los mensajes que nos mandan nuestros Ángeles de la guarda y estamos realmente siguiendo los mensajes de los Ángeles de la publicidad, o de cualquier otro elemento influyente en nuestra vida.

¿Cómo recuperar nuestra capacidad?
Cada uno encontrará su propio camino.
Puede que conocerse mejor, sea el mejor modo de diferenciar lo que viene de fuera de lo que somos realmente.
Puede que tengamos que volver a aprender un idioma que muchos hemos aparcado y que nos permite hablar con nuestra esencia.
Puede que debamos abrir nuestros sentidos y nuestra mente para aceptar posibilidades que no entendemos.
Puede que la clave esté en nuestro niño interior.
Puede que simplemente tengamos que aprender a dejarnos fluir.

Os invito a todos a embarcaros en esta expedición que nos llevará a convertir nuestro mundo en un mundo mejor para nosotros y los que vengan después.

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