Estos días han tenido muchos momentos interesantes, tanto en los aspectos deportivos, como en los aspectos humanos.
Es fantástico ver como toda España ha reaccionado al unísono ante el éxito de la Selección Española.
Es maravilloso comprobar cómo la euforia se contagia e incluso los más recalcitrantes hemos disfrutado de la sensación de la victoria y sobre todo de ver todo el mundo unido en esa alegría.
Todos hemos sentido esa energía y esa unión que ha hecho posible que la bandera española ondease en lugares inesperados y que se cantase el “Soy Español” en ciudades donde sus dirigentes están hablando de separatismo o independentismo (si contasen los manifestantes de hace unos días, y los que estaban en la calle el domingo quizás pudiesen hacer alguna reflexión)
Qué bien nos sienta, a todos, una ducha de energía positiva, de confianza, de orgullo y de alegría.
Y me asalta una duda que me entristece…
¿Tendremos que esperar a la próxima victoria en otro mundial para sentir algo así de nuevo?
¿Sera posible que todos los españoles solo consigamos unirnos en esta situación?
Solo el futuro nos lo dirá, o quizas podamos preguntarselo al pulpo.
¿Has pensado en cómo has celebrado esta victoria?
Una victoria en cuya consecución no has estado involucrado (excepto quizás, por lo que representa la energía que todos los aficionados hemos podido transmitirles a nuestro equipo). Una victoria cuyo mérito es de otros.
¿Qué diferencia tu alegría de la de Iniesta o Casillas?
Por ello te propongo que en lugar de fijarte más en las victorias de los demás, dediques un tiempo a pensar en TUS victorias. Se trata de que en un papel, hagas un listado de tus victorias desde tu más tierna infancia.
Seas quien seas, has sido campeón en algún momento de tu vida. Aprobarías aquel examen, conseguirías subir en bicicleta, habrás conseguido ser bueno o muy bueno en alguna actividad. En otro momento conseguirías el SI de la persona que querías, o habrás colaborado en concebir ese hijo que tanto deseabas. Puede ser que hayas dejado de fumar o practiques ejercicio regularmente. Quizás ayudaste a un amigo en mala situación o participaste en alguna ONG. Tu trabajo te ha permitido mantener y dar estudios a tu familia, o simplemente te obligó a tomar la palabra en público…
Estas victorias te han llenado de felicidad, alegría y orgullo y en su momento te suministraron una sensación de éxito increíble. De ahora en adelante, cuando te encuentres un poco cansado, saca tu hoja y recuerda tus victorias pasadas, seguro que verás las cosas con otra perspectiva.
A diferencia de las victorias de los demás, tus victorias persisten en tu mente y la sensación de satisfacción y seguridad que te transmiten sigue ahí toda la vida, porque TU lo has conseguido. Solo que te olvidastes un poco de ellas. Puede que recuerdes más fácilmente los fracasos y eso te paraliza en tus acciones.
Fíjate que hubiese ocurrido si “La Roja” se hubiese quedado en el fracaso de Suiza. ¿De dónde habría sacado la energía necesaria para conseguir la victoria final?
Si de ahora en adelante celebras cada victoria tuya, y vas marcándola en tu hoja, irás reforzando tu confianza en TI. No lo dejes, lo importante es dar el primer paso, recuerda y escribe cinco victorias YA y continúas luego con las demás…
¿Qué tal sienta pensar en TUS victorias?
Como lo has comprobado, disfrutar de tus victorias es un modo fantástico de mejorar la confianza en si mismo.
Todo está al alcance del que confía y resulta inalcanzable para el que no.
Yo me quedo con lo importante que es hacer las cosas uno mismo. Dentro de unos días o meses, muchas cosas de este Mundial solo serán un leve recuerdo para todos los espectadores, un apunte en los anales históricos. Pero para los miembros de “La Roja” será otra cosa pues podrán incluirlo en su lista de Victorias.
Para algunos la escena siguiente resultó simpática, pero para Casillas será otra VICTORIA más a celebrar.
martes, 13 de julio de 2010
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