martes, 7 de diciembre de 2010

¿COMO MANTENER UN TRABAJO?

Estos días pasados hemos tenido la oportunidad de comprobar cómo, en un periodo de crisis laboral, un colectivo se permite el lujo de poner en jaque todo un país. Cuando cada trabajador español esta temiendo por su puesto de trabajo, los controladores aéreos se permiten una actuación que, en cualquier empresa, tendría por efecto un despido fulminante.
Los que hayan tenido que sufrir las consecuencias de sus acciones odiarán los controladores aéreos. Por otra parte, existirán otros ciudadanos que se “morirán de envidia” por el estado de estos privilegiados que aún teniendo condiciones muy por encima de la media española tienen además la capacidad de presionar sin (hasta ahora) temer perder su empleo.
¿Crees que este comportamiento es óptimo para mantener un empleo?
¿Qué pensarías si, por algún motivo de la vida, alguno de estos señores te pidiese trabajo?

Pero dejemos estos señores privilegiados, y pensemos un poco en la situación más habitual del resto de españoles. Esos que cada vez que oyen las palabras restructuración, crisis, reducción de costes, se echan a temblar temiendo por su trabajo. Esos que no tienen un “contrato blindado” con la administración que les garantice trabajo de por vida (diciéndolo así, parecería que hay ciudadanos de primera y de segunda).

¿Qué opciones tienes para mantener un trabajo?

¿Cómo podrías aumentar tu valor intrínseco para que se te vea como una persona indispensable en tu empresa?
¿Qué podrías hacer para que si tu jefe tuviese que despedir empleados, tú fueses el último en quien pensara?


Ser el mejor en tu trabajo, demostrar compromiso e interés, tener flexibilidad para adaptarte a los cambios que se produzcan en la empresa, son todos elementos que harán que crezca tu valor en la empresa e incrementen tus probabilidades de mantener tu trabajo. Incluso en la posibilidad de que la empresa cerrase, tu valor excepcional te permitiría incorporarte en otras empresas. Incluso, si tuvieses alguna inquietud empresarial, podrías comenzar un proyecto empresarial y gran parte de los clientes te seguirían porque eres el mejor en lo que haces, y además les gusta como los tratas.

La mejor seguridad en el empleo consiste en aumentar tu valor, tomando la decisión de ser “una persona que aporta valor a los demás”. 
¿Y cómo puedes conseguir eso?
Es tan simple como complicado. Basta que des a tu desarrollo y formación personal la prioridad que se merece en tu vida. Tu inquietud por mejorar, aprender y aportar tus ideas a los demás es lo que marcará tu diferencia profesional.

Es penoso ver como muchas personas no han hecho nada para aumentar su valor, desde que abandonaron los bancos de las escuelas. Muchos dicen que tienen 5, 10, 15 o incluso 20 años de experiencia en alguna especialidad.  Pero cuando les preguntas más en profundidad, te das cuenta que solo tienen 1 año de experiencia repetido 5, 10, 15 o 20 veces! En cambio, sus expectativas salariales y de reconocimiento están muy por encima de una persona que tiene 3 años “reales” de experiencia.

Para algunos, formación significa “asistir a cursos de especialización”, olvidándose que todo cambia en este mundo y que  lo que ayer era, hoy no es. Por lo tanto además de la especialización es también importante flexibilización para aprovechar las novedades que vayan surgiendo.

¿Y tú, cuando fue la última vez que participaste en un curso o seminario?
¿Cuál es tu valor aquí y ahora?


Siempre habrá quien prefiera confiar en los milagros que en su capacidad personal…
 

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